1 Cor 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. v2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. v3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Pablo dice: «si fuera el hombre más brillante, intelectualmente hablando, con las mayores capacidades posibles, y dotado de los mejores dones que un hombre pueda poseer en su más elevado estado, y si mi vida misma fuera un verdadero sacrificio cual ningún otro, pero carente de un sincero deseo de salvación y edificación en los demás, entonces solamente soy un hipócrita egoísta, y eso no vale nada ante los ojos del Señor».
Esto no es un llamado a ser ignorante, o a mantenerse en las menores medidas de utilidad por falsa humildad, o a ser un hombre cobarde, tímido o inactivo: ¡todo lo contrario! Pablo desea estimular a los creyentes a que crezcan en el conocimiento del Señor, procuren los mejores dones y vivan vidas verdaderamente santas, devotas y esmeradas, pero sin jamás permitir que cada una de esas cosas sean hechas con desinterés, indolencia e inapetencia. Es posible llegar a hacerlo así, pero es inservible: un servicio inservible.
Dios, que mira el corazón, desea un servicio basado en el amor, un conocimiento inspirado por el amor y una entrega fundada en el amor. El amor es la gran marca de la obra del Amado en nosotros, y Dios no quiere nada nuestro sin que ese sello esté en cada obra. Por lo tanto, procure que el amor reine en medio de todo lo que sabe, conversa y hace en privado o en público. El Dios de amor quiere hijos caracterizados por el amor.

Ánderson Cardona Bonilla, miembro fundador de la Iglesia Bautista Gracia Redentora de la ciudad de Pereira. Cristiano desde el año 2012, por la sola gracia del Señor, con fuertes convicciones Calvinistas, Bautistas Particulares y de la Reforma Protestante Histórica y Confesional. Casado con Manuela, sin hijos aún. Abogado y traductor. Preparándose actualmente para el Ministerio bajo la dirección del pastor César García, mientras sirve de forma activa en la obra local.