«Les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios«.
~Hechos 13:43

¿Qué son los medios de gracia? Son todas aquellas ayudas Divinas provistas para que nuestros corazones se mantengan en el camino de la piedad. El Señor podría sostenernos sin la utilización de ningún medio, pues Su poder suficiente para crearnos de la nada, es más que apto para sostenernos sin nada. Pero este sabio Señor consideró como más lleno de sabiduría el sustentarnos y mantenernos a través de la utilización ordinaria de estos recursos celestiales, a fin de que nuestra inactividad no le deshonre.

Respecto de la cantidad, no ha sido escaso, sino sumamente abundante al dárnoslos: los hay personales, como la oración y el escudriñamiento de las Escrituras; familiares, como la examinación matrimonial y la meditación hogareña; congregacionales, como la predicación pública de las Escrituras y la participación de la Santa Cena. El Señor desea tanto que crezcamos en la santidad, que ha abierto Su corazón, del cual destilan continuos arroyos de gracia eterna, y nos ha dado estos medios para que a la medida en que los utilicemos sinceramente, avancemos en la consecución de mayores grados de pureza, de más altos niveles de devoción y de incrementados estados de consagración.

Respecto de la calidad, no podría haber mejores vías que las por Dios instituidas. La meditación conserva nuestras mentes en la verdad, la comunión fraterna induce ánimo a nuestros corazones y la oración mancomunada nos permite identificarnos empáticamente como miembros de Jesucristo. Son medios creados con precisión para seres humanos: encajan con nuestras necesidades más profudas y satisfacen holísticamente, en su integración, nuestras vidas. ¡Cuán adecuados para llevarnos a Dios! ¡Qué propicios para fomentar la unidad entre hermanos! Son indicados para el cristiano joven tanto como para el anciano: y no discriminan entre el creyente que más sabe y aquel que se encuentra en un escalón menor de aprendizaje.

A la luz de esto, hermanos queridos, ¿no deberíamos hacer uso de los medios de gracia? Dios ha querido que los humildes se sujeten a Sus métodos, y que al hacerlo reciban de Su parte raciones generosas de Su favor. ¿No deberíamos correr a por ello? ¿No deberíamos procurar utilizar la mayor cantidad posible de estas ayudas del Señor? ¿No deberíamos perseverar en su uso? Que la carne se oponga, el mundo se burle y Satanás se enfade: pero Dios quiere que nos caractericemos por el uso constante y gozoso de Sus medios de gracia. ¡Hagámoslo así! Obedezcamos a Dios antes que a los hombres, a Dios antes que al corazón engañoso que aún habita en nuestro pecho, a Dios antes que al enemigo que nos esclavizaba y ahora nos tienta. Entre más los usemos, más gracia obtendremos; entre más continuamente los utilicemos, más conoceremos su idoneidad y riqueza; entre más honremos los métodos Divinos, más nos honrará Dios con victorias, frutos y gozos.