Devocionales cristianos diarios Semana #22

Sermones predicados el domingo 29 de mayo del 2022, Día del Señor

Sermón Evangelístico

La Ley que conduce al Evangelio

Éxodo 20:12

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Lunes 30 de mayo

Todos los mandamientos de la Ley de Dios buscan que honremos algún atributo del Señor. En el quinto mandamiento encontramos especialmente evidenciada Su sabiduría mediante la cual Él ha establecido un orden en todas las esferas. Dios ha querido que todos poseamos la misma dignidad, al haber sido creados a Su Imagen, pero ha hecho diferencia en lo que respecta a nuestra posición y preeminencia. A algunos les ha llamado a ocupar un puesto de liderazgo y, en consecuencia, ha llamado a los demás a ocupar una posición de sujeción. ¿Cuál debe ser el fin de la autoridad? Que aquellos a quienes lideran sean guiados a seguir más fielmente a la Autoridad Suprema con instrucción bíblica y ejemplo coherente. ¿Cuál debe ser el fin de quienes están bajo autoridad? Honrar a quienes les lideran en el temor del Señor, con humildad y consideración.

Martes 31 de mayo

Aunque el quinto mandamiento nos dirige a observar con honra, reverencia, amor y respeto a aquellos que fungen como ‘padres’ en las diversas esferas de nuestras vidas, no podemos dejar de lado el sentido literal y más obvio del mandamiento: Dios ha cercado con especial cariño al núcleo familiar. Él desea que los hijos encuentren en sus padres la primera autoridad a la cual sujetarse, y que los padres encuentren en sus hijos sus primeros discípulos para Jesucristo. La maldición, el maltrato y la rebeldía de los hijos hacia los padres era castigada con pena de muerte en el Antiguo Testamento, porque de esta manera el Señor nos permite comprender cuán gran desprecio tiene hacia quienes se rebelan en contra de aquellos que Él ha elegido para representarlo. Los padres deben ser honrados, pese a sus debilidades y falencias, por cuanto su posición proviene de Dios y no de su perfección. ¿Apreciamos el diseño que Dios ha establecido, o podemos ser descritos lamentablemente como aquellos que son desobedientes a los padres, testarudos, ingratos, desconsiderados, crueles, rebeldes, necios, desleales y sin afecto natural?

Miércoles 1 de junio

Si bien el foco primario y primordial del mandamiento son los padres naturales, es decir, el padre y la madre, no podemos dejar de lado las demás implicaciones de este estatuto del Señor. Él ha puesto otro tipo de padres en nuestra vida, y desea que también les honremos. ¿Por qué están involucrados en este mandamiento estas otras autoridades? Porque el Señor les ha dotado de funciones similares a las de los padres naturales, aunque en su ámbito de ejercicio específico. ¿En qué consisten esas funciones? En guiar con amor y disciplina por el camino del temor del Señor a quienes deben considerar como sus hijos.

¿Y cuáles son esas otras autoridades? Al menos 7 más.

  • 1) Están los ‘padres conyugales’: aquellos esposos llamados a liderar en servicio a sus esposas para que sean más santas.
  • 2) Están los ‘padres sociales’: aquellos jefes que deben guiar a sus empleados hacia el bien, en el cumplimiento de sus vocaciones.
  • 3) Están los ‘padres espirituales’: aquellos ministros que deben pastorear al pueblo del Señor en la verdad y el servicio a Cristo para alcanzar la madurez cristiana.
  • 4) Están los ‘padres políticos’: aquellas autoridades civiles que Dios ha puesto para que castiguen al malo y provean un ambiente de paz y libertad a los bienechores.
  • 5) Están los ‘padres educadores’: aquellos maestros que nos instruyen en los diversos conocimientos de la vida para que honremos integralmente a nuestro Creador.
  • 6) Están los ‘padres de experiencia y piedad’: aquellos hombres y mujeres que nos preceden en edad y han caminado más tiempo los caminos del Señor.
  • 7) Están los ‘padres de la antigüedad’: aquellos hermanos del pasado que con esfuerzo y diligencia nos dejaron un cúmulo de sana doctrina expresada en credos, confesiones y sabios procederes.

No obedeceremos el quinto mandamiento a menos que procuremos activamente obedecer a estas autoridades establecidas por Dios para nuestro bien.

Jueves 2 de junio

Aunque Dios nos ordena obedecer a nuestras autoridades, no quiere que lo hagamos a costa de la obediencia debida a Él. El Señor no ha entregado Su trono ni Su centro, sólo ha dotado a ciertos individuos de autoridad específica y limitada. Únicamente Dios es soberano; tan sólo Dios debe ser obedecido de manera absoluta e irrestricta. El hombre debe ser obedecido, pero en la medida en que sus órdenes no se salgan de Su ámbito de liderazgo y no se levanten en contra de la Ley de Dios. Una vez lo anterior suceda, su autoridad de disuelve y nuestro deber de obediencia se acaba. Nuestro llamado principal es honrar a Dios y ser fieles a Él. Nuestra fidelidad a la autoridad humana depende de la fidelidad de ellos al Rey de reyes. Cuidémonos, pues, de engrandecer a cualquier gobernante hasta el punto en que su voluntad tenga más fuerza que la de Dios en nuestras vidas.

Viernes 3 de junio

Jesucristo, quien siempre ha sido el Rey del universo, se humilló a Sí mismo haciéndose hombre y siervo, para salvar a todos aquellos que se refugien en Él. Entregó su vida por los pecadores, y resucitó para darles vida eterna. Si bien debemos arrepentirnos ante nuestras autoridades por las ofensas que hemos cometido en su contra (ofreciendo restitución), no debemos olvidar que sólo arrepintiéndonos ante el Señor podremos ser salvos eternamente. La promesa del quinto mandamiento es, en última de cuentas, una promesa temporal para quien honre a sus autoridades legítimas, pero he aquí una promesa de carácter eterno: quien honre a Jesucristo confiando de todo corazón en Él obtendrá bienes, bienes celestiales y permanentes, y vida, vida eterna y abundante. No endurezca más su rebelde corazón. No rete la paciencia salvadora de Jesucristo: vea en Su longanimidad el aliento para venir a Él y no la excusa para seguirle rechazando. No sea que Su justicia se manifieste y ya no haya bondad disponible para su necesitada alma.

Sermón de Enseñanza

Efesios 3:14-19

La Llenura de la Plenitud de la Gloria de Cristo

Efe 3:14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Efe 3:15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, Efe 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; Efe 3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, Efe 3:18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, Efe 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Lunes 30 de mayo

La oración de Pablo delante de Dios a favor de los Efesios es como una hermosa cadena de 4 eslabones (1er eslabón: ‘Ser fortalecidos con poder en el alma’ – 2do ‘Que Cristo habite en nuestros corazones’ – 3ro ‘Estar arraigados y cimentados en amor” – 4to ‘Que la iglesia sea llena de la plenitud de Dios’) en los que el primero (el ser fortalecidos con el poder de Dios en nuestras almas) es el más importante. Recuerde: Su testimonio fortalece o debilita el testimonio de la iglesia en la medida en la que usted, esté o no esté fortalecido.

Martes 31 de mayo

¡Qué jamás se nos olvide! No es poca cosa que Cristo habite entre nosotros; no es poca cosa que exista una íntima comunión entre ese Dios-Hombre y sus hijos en el seno de la iglesia. Debemos ser, tanto como individuos y como iglesia, mucho más conscientes de que somos morada de Cristo, y que como tal, somos llamados a adornarla (la iglesia como morada de Cristo) con obras de justicia, a conservarla limpia (de pecado), a preservarla en Paz (sin discordias), a ambientarla con olor fragante (sacrificios de obediencia).

Miércoles 1 de junio

¿Por qué Cristo habita o vive en la iglesia? … Porque ama la iglesia. Cristo encarnó por amor a ella, se entregó a sí mismo por amor a ella, sufrió por amor a la iglesia, murió por la iglesia y resucitó para ella, para amarla por toda la eternidad. La historia de la redención es una historia de amor entre Cristo y Su iglesia. Pablo describe ese amor en términos de algo muy, muy, pero muy grande; de algo tan infinitamente grande, que es difícil de expresar en términos humanos. No obstante, la Escritura nos enseña de que pese a que no podemos comprender el amor de Dios para con nosotros en la plenitud de su infinitud, ciertamente lo conocemos; pues bien, ¡en ese amor somos llamados a arraigarnos y a edificarnos para la gloria de Su nombre!

Jueves 2 de junio

Examine estos dos versículos Éxo 40:34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo, y 2 Cr 5:14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios. Es evidente que Pablo tiene en mente el Tabernáculo de Reunión, y el Templo de Salomón; ambas prefiguras de la iglesia del N.T. Pablo le pide a Dios que los hermanos de Éfeso busquen ser llenos de la plenitud de Su gloria. ¡La iglesia del N.T. es más hermosa que el Tabernáculo y más valiosa que el Templo de Salomón y siempre debe procurar ser llena de la plenitud de Su gloria!

Viernes 3 de junio

A una iglesia que no está fortalecida en el poder del Señor, se le dificulta pensar en Aquel (Cristo) que habita en ella; luego, si la iglesia es poco consciente del Cristo que habita en ella, comenzará naturalmente a ser menos consciente del amor de Cristo para con ella. Y, si no somos conscientes de la grandeza de Cristo entre nosotros, y de sus gracias para con nosotros, y de su amor para nosotros… ¿Cómo podremos estar arraigados y cimentados en ese amor ?, y si no estamos arraigados en ese amor, ¿Cómo será posible que la iglesia pueda estar llena de la plenitud de la gloria de Dios? Recuerde: una iglesia débil, no consciente de que Cristo habita en ella, y no arraigada en el amor de Cristo para con ella, difícilmente podrá ser llena de la plenitud de la Gloria de Dios.