Nosotros no pedimos diezmos ni ofrendas; es decir, es el creyente, que consciente de lo que dice la Palabra, trae sus ofrendas a la congregación para el avance de la causa del Señor.
O, ¿acaso no ha pensado que hay necesidad de pagar arriendo, servicios públicos, sueldo al pastor? ¿Qué de la ayuda que se le da a los hermanos en necesidad y de las obras de misericordia?
El Señor provee a Su iglesia para cubrir estos y muchos otros gastos, y lo hace por medio de las ofrendas de quienes son parte de ella (y de quienes no).