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¿Es usted nacido de nuevo?
por J. C. Ryle (1816-1900)

¿Es usted nacido de nuevo?

Esta es una de las preguntas más importantes de la vida. Jesucristo dijo: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). No basta con contestar: “Pertenezco a la iglesia; supongo que soy cristiano.” Miles de cristianos nominales no muestran ninguna de las señales de haber nacido de nuevo que las Sagradas Escrituras nos han dado --muchas de ellas anotadas en la Primera epístola de Juan.

No comete habitualmente pecados

Primero, Juan escribió: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado” (1 Juan 3:9). “Todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado” (5:18). La persona que es nacida de nuevo, o es regenerada, no comete habitualmente pecados. Ya no peca con su corazón y voluntad y todas sus inclinaciones. Probablemente hubo una época cuando no pensaba si sus acciones serían o no pecaminosas, y no siempre sentía pesar después de haber hecho el mal. No había problemas entre él y el pecado; eran amigos. pero el cristiano auténtico odia el pecado, huye de él, lucha contra él, lo considera su plaga más grande, resiente la carga de su presencia, se duele cuando cae bajo su influencia y anhela librarse totalmente de él. El pecado ya no le agrada, ni siquiera le es indiferente; ha llegado a ser algo que odia. No obstante, no puede eliminar su presencia dentro de él.

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