Parece que la exclamación en este primer versículo "¡Oh Jehová, Señor nuestro!" se fundamenta en dos asuntos: El primero: La pertenencia mutua entre el Hacedor y la criatura, entre el Redentor y el redimido...
La confianza de David en su Salvador es un ejemplo de fe para todo el pueblo del Señor, de que en medio de la más extrema dificultad, el Señor tenía el poder para salvarlo y librarlo si así lo disponía. El salmista es consciente de que su enemigo podía causarle terrible daño...
En el Salmo 6 el salmista muestra su debilidad corporal, su clamor al Señor y su confianza en Aquel a quien clama por ayuda
Hermoso Salmo en el que David confía en la justicia imputada por Jehová y anima a otros a que lo hagan también.
En el Salmo 4 el salmista hace memoria de las pasadas bendiciones recibidas por el Señor y formula una declaración de plena confianza en Él.
El Salmo 3 es un salmo sencillo que nos comunica la confianza de un hombre en Su Dios, en medio de grandes dificultades.
El Salmo 2 es un salmo mesiánico, sin lugar a dudas. En su interior encontramos valiosos tesoros de índole dogmático adornado por un llamado absolutamente Evangélico.
